Movimiento Social por la Diversidad y la Inclusión

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viernes, 25 de enero de 2019

Importancia de la intervención Psicopedagógica


Por: José Emilio De Jesús

La intervención psicopedagógica es considerada como el proceso integrador e integral y supone la necesidad de identificar las acciones posibles según los objetivos y contextos a los cuales se dirige o como el conjunto de actividades que contribuyen a dar solución a determinados problemas, prevenir la aparición de otros, colaborar con las instituciones para que las labores de enseñanza y educación sean cada vez más dirigidas a las necesidades de los alumnos y la sociedad en general, es decir guías de acción para mejorar las condiciones para el desarrollo de las capacidades. (Bausela E.).

Propuestas de principios en la acción psicopedagógica:

Principio de prevención: concibe la intervención como un proceso que ha de anticiparse a situaciones que pueden entorpecer el desarrollo integral de las personas.

Principio de Desarrollo: el sujeto se enfrentará a los cambios propios de su desarrollo evolutivo, surge un nuevo contexto de relaciones y exigencias a nivel cognitivo, social y comporta-mental que serán incrementados en el desarrollo.

Principio de acción social: el sujeto obtiene un reconocimiento de variables contextuales y de esta manera hacer uso de competencias adquiridas en la intervención, para adaptarse y hacer frente a éstas en su constante transformación.

Estos a su vez presentan modelos que configuran una representación de la realidad y una forma aplicada de la teoría, que posibilita el diseño, aplicación y evaluación de estrategias de intervención clasificados en:

Teóricos: se conceptualizan como aportes provenientes de las diversas corrientes de pensamiento.

Modelos básicos de intervención: su conocimiento es la unidad básica de intervención clínica, por programas, por consultas o psicopedagógicos.

Modelos organizativos: encargados de plantear la manera de organizar la orientación en un contexto determinado.

Modelos mixtos o de intervención: se han combinado para satisfacer las necesidades de un contexto determinado, ejemplo de éstos serían los modelos comunitarios, ecológicos, sistémicos y psicopedagógicos.

Los modelos de intervención a su vez reciben otras clasificaciones, según Álvarez y Bisquerra, en counseling, consulta y programas:

Modelo de counseling o modelo clínico: atención directa e individualizada que tiene un carácter terapéutico basado en la relación orientador-orientado, de carácter remedial y centrado en necesidades específicas de quien consulta.

Modelo de consulta: acción indirecta de carácter preventivo y de desarrollo que posibilita el adquirir conocimientos y habilidades para resolver los problemas.

Modelos de programas: intervención directa y grupal de carácter preventivo, globalizador, comprensivo, critico, ecológico y reflexivo; concibe la relación del sujeto con su entorno sociocultural.

El orientador actúa desde diversos campos como la orientación y la intervención psicopedagógica, los cuales se refieren a un conjunto de conocimientos, metodologías y principios teóricos que posibilitan la ejecución de acciones preventivas, correctivas o de apoyo, desde múltiples modelos, áreas y principios, dirigiéndose a diversos contextos. Dentro de las diversas áreas de intervención psicopedagógica, se ubica la orientación en procesos de enseñanza aprendizaje, que ha centrado su atención en la adquisición de técnicas y estrategias de aprendizaje, desarrollo de estrategias metacognitivas y motivación.



viernes, 11 de enero de 2019

¿Por qué y para qué conmemoramos el nacimiento de Eugenio María Hostos?


Por: José Emilio De Jesús

El 11 de enero del 2019 se conmemora el 180 aniversario del natalicio de Eugenio María de Hostos, en tal sentido, el doctor Ángel R. Villarini Jusino, leyó unas palabras en la misa celebrada en la Iglesia La Altagracia de Santo Domingo, República Dominicana, las cuales son motivo de reflexión por los aportes dejado por este gran educador, filósofo, sociólogo y escritor puertorriqueño.

"Si uno escucha estas palabras mías y las pone en práctica, dirán de él: aquí tienen al hombre sabio y prudente, que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra aquella casa, pero la casa no se derrumbó, porque tenía los cimientos sobre roca.  Pero dirán del que oye estas palabras mías, y no las pone en práctica: aquí tienen a un tonto que construyó su casa sobre arena". San Mateo, 7:24-26

Hasta donde conozco, el conmemorar, en el sentido en que lo interpreto, se estableció como costumbre en las primeras comunidades cristinas para honrar la memoria de los mártires que habían combatido por Jesucristo, es decir, predicado y vivido en su evangelio de liberación y nueva vida. En aquella época (siglo III) la Iglesia sufría persecuciones y problemas internos de corrupción, desvió moral y luchas de poder. San Cipriano (“el obispo africano”) promovía, en palabras y obras, formas de vivir y comportarse los cristianos para superar esos momentos de crisis y poder perseverar en el combate del tránsito hacia la nueva vida. El cual implicaba, como forma suprema de lucha de la que Jesús mismo había dado ejemplo, el martirio. Escribe al respecto en una de sus epístolas: Hagamos memoria de los mártires a fin de que nosotros nos hagamos dignos de participar de sus combates. De aquí que el propósito de la conmemoración fuera uno no solo de gratitud y honrar, sino de renovación de votos, de templarse para el combate fortaleciéndose en los valores del espíritu para dar cumplimiento a la agenda de la salvación (Fue así como el Espíritu Santo los llenó de poder a todos ello…Cada uno hablaba según lo que el Espíritu Santo les indicaba, Hechos 2:4).

Se trataba pues de rememorar para conmemorar, es decir, para estar “con esa memoria” del espíritu, de modo que la misma nos habitara, es decir, “animara” en el presente para la actividad liberadora. Este es el auténtico sentido del conmemorar que, frente al hipócrita fariseo, rescata Bosch, el mejor de los discípulos de Hostos, cuando el 16 de agosto de 1963, en solemne acto, con motivo de la celebración del Centenario del inicio de la Guerra de Restauración, a pocas semanas del ya presentido golpe de Estado, declara:

"Hoy, a cien años de distancia, estamos aquí rindiendo homenaje a los héroes de Capotillo y somos conscientes de que, si estamos en este momento hablando ante ustedes y ante la representación del ejército restaurador, que está ahí en frente, y ante todo el país que nos escucha, lo debemos también a los restauradores, porque si ellos no hubieren hecho libre esta República, el pueblo no hubiera sido libre para elegir libremente un gobierno constitucional. Esta es la hora de pensar unidos, en silencio y con gratitud en el ejemplo de los hombres gracias a los cuales nosotros podemos reunirnos hoy aquí, y nosotros podemos llamarnos dominicanos. Ellos se unieron resuelta y válidamente ante un enemigo poderoso; los dominicanos deben unirse y luchar resuelta y valientemente contra la miseria, contra la ignorancia, contra la maldad, contra la enfermedad. Ellos conquistaron la libertad nacional para todos los dominicanos y nosotros tenemos que darle a esa libertad nacional la sustancia necesaria para que nuestro pueblo pueda sentarse en primera fila entre los pueblos libres de América."

Es en este mismo sentido que Hostos hubiera querido ser conmemorado, como lo atestiguan sus propias palabras -que pudieron hacer sido las de Bosch:

"Pero si el soñador no llegara a la realización del sueño, si el obrero no viese la obra terminada, si las apostasías disolviesen el apostolado, ni la vida azarosa, ni la muerte temprana podrán quitar al maestro la esperanza de que en el porvenir germine la semilla que ha sembrado en el presente, porque del alma de sus discípulos ha tratado de hacer un templo para la razón y la verdad, para la libertad y el bien, para la patria dominicana y la antillana."
   
Conmemoremos, pues, a Hostos en el espíritu de la agenda inconclusa de liberación que nos legó y nos convoca, en tanto sus fieles discípulos, miembros de lo que él, refiriéndose a los maestros normalistas, llamó su “ejército de liberación”, con su palabra:

"Harto lo sabéis, señores: todas las revoluciones se habían intentado en la República, menos la única que podía devolverle la salud. Estaba muriéndose de falta de razón en sus propósitos, de falta de conciencia en su conducta, y no se le había ocurrido restablecer su conciencia y su razón… Era indispensable formar un ejército de maestros que, en toda la República, militara contra la ignorancia, contra la superstición, contra el cretinismo, contra la barbarie. Era indispensable, para que esos soldados de la verdad pudieran prevalecer en sus combates, que llevaran en la mente una noción tan clara, y en la voluntad una resolución tan firme, que cuanto más combatieran, tanto más los iluminara la noción, tanto más estoica resolución los impulsara."

El espíritu de Hostos que conmemoramos hoy, como acto de conciencia, nos acoge y nos invita a que seamos “obreros de la vida”, constructores de relaciones armoniosas y, por ende, saludables con la naturaleza, entre nosotros y hacia nosotros. Ello nos requiere trabajar, en nosotros y en aquellos a los que como educadores servimos, en el desarrollo de esa fuerza que, al unir entendimiento, sensibilidad y voluntad, motiva, orienta y estructura nuestro comportamiento hacia lo bueno y justo: la conciencia moral.

Sólo esta fuerza puede ser verdadera y efectivamente liberadora, capaz de combatir las relaciones de opresión y maltrato que dañan o matan la vida; sólo así podremos transformarlas en aquellas que la honran y promueven su plenitud: relaciones de gratitud y amor, verdadera democracia y solidaridad, respetuosas de la dignidad de la vida en todas sus manifestaciones. Construyamos sobre esa “palabra-roca” que nos legó Hostos; esa será la mejor manera de conmemorarle y merecer el llamarnos hostosianos.

martes, 8 de enero de 2019

El liderazgo como estado de conciencia


Lao Tse, el sabio más influyente de China en el siglo V a. C., concibió que el liderazgo guardaba una estrecha relación con el desarrollo de la conciencia humana. Plantea cuatro diferentes estados de conciencia que dan lugar a distintos tipos de líderes.



Hay cuatro tipos de gobernantes. El más alto es aquel que dirige sin palabras y permite al pueblo seguir su propia naturaleza y vivir sus propias vidas.

El siguiente en la escala es el gobernante que utiliza la virtud para transformar al pueblo y la benevolencia y la justicia para gobernarlo.

El siguiente es el gobernante que controla a su pueblo con enseñanzas políticas y difunde temor entre ellos para someterlos a través de estrictas leyes y castigos.

El peor tipo de gobernante utiliza todos sus poderes para engañar a su pueblo con bajas maquinaciones.



Vemos que en esta jerarquía la mejor forma de liderar implica ser consciente del potencial de liderazgo de los demás y crear las condiciones para que dicho potencial sea liberado en forma espontánea. En esta forma de desarrollar el liderazgo se trata de energizar y habilitar la fuente de poder que el otro ya posee.



Max De Pree, CEO de Herman Miller, en una entrevista para la revista Fortune, dijo lo siguiente:



Pensemos en un hombre de 33 años que ensambla sillas. Ha estado haciendo su trabajo durante años. Tiene mujer y dos hijos. Sabe qué debe hacer cuando los hijos sufren dolor de oído y sabe orientarlos en su formación escolar… Cuando va a trabajar, le imponemos un supervisor. No lo necesita. Su problema no es ser supervisado, sino desarrollar al máximo su potencial. Por lo tanto, según este modelo, el fortalecimiento del liderazgo es un proceso consciente de reconocimiento de las capacidades de los demás y de las condiciones necesarias para su desarrollo.



En palabras de Goethe: “Si tratas a un individuo como es, seguirá siendo lo que es. Pero si lo tratas como si fuera lo que ha de ser y podría ser, se convertirá en lo que ha de ser y podría ser”. Se requiere una extraordinaria capacidad para descubrir la chispa [del potencial] en un individuo y permitir que esta chispa se convierta en un fuego de inspiración para perseguir una meta.



Bill Gates dice lo siguiente:

Uno no se limita a pensar acerca de lo que una empresa hace para intentar hacerlo más rápido. Se trata de potenciar a alguien como un gerente de producción para que sea capaz de gerenciar más [y mejor].



Fuente:

El liderazgo consciente, Chatterjee

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